lunes, 18 de octubre de 2010

Forrest Gump (1994)

He estado ausente por mucho tiempo, y no ha sido por quererlo, sino porque el trabajo que supone comenzar de nuevo a dar clases y mi vida personal me han dejado poco tiempo para dedicarme a este pasatiempo... De todas formas, no creo que muchos cibernautas hayan entrado siquiera a mirar las fotografías, así que no me siento en deuda con nadie...


Lo que sí quiero hacer hoy es comentar acerca del programa narrativo, de "el contrato" y "la transformación" en, tal vez, mi película favorita de siempre: Forrest Gump (1994). Hacer un comentario sobre este tema en esta película supone para mí un reto mayúsculo, por cuanto, a pesar de las veces innumerables que he disfrutado de esta producción, no estoy seguro de cuál sea ni en dónde esté el contrato que produzca una transformación en el personaje principal. En efecto, la película, superficialmente, no aborda un tema único; el director sólo se dedica a contar las peripecias y periplos de Forrest Gump. Pero eso es superficialmente... Tiene que haber un programa narrativo que produzca una transformación en Forrest Gump, y eso, precisamente, es lo que intentaré exponer en estas líneas.


En principio, Zemeckis nos muestra a un niño "raro": mucho silencio, coeficiente intelectual bajo, además de unos aparatos ortopédicos que contribuyen a un caminar más bien aparatos-o, son las singularidades de Forrest. Su madre le inculca a su hijo la necesidad de aceptación social, y esa aceptación pasa por desligarse de su naturaleza taciturna y distraída, además de los aparatos ortopédicos (precisamente, cuando se deshace de ellos, empieza a desarrollar una aptitud por la cual es aceptado en la universidad: la velocidad al correr).


¿Pero cómo conseguirá Forrest Gump deslastrarse de su naturaleza --precisamente porque es su naturaleza-- para conseguir ser aceptado por los demás? El cambio, sin duda, tiene que empezar con un contrato, un acuerdo, y ese acuerdo es entre él y Yenny, cuando él sube al bus de la escuela por primera vez y ella le ofrece sentarse a su lado (¡bam! ¡El contrato!). Al invitarlo a sentarse, no sólo le ofrece un asiento, le ofrece también la amistad, el amor y la posterior relación sexual que le permitirá engendrar a un muy inteligente niño... Es, Yenny, pues, la destinadora, el personaje que, por medio del acuerdo, le dará a Forrest Gump la oportunidad de cambiar su "rara" naturaleza y adaptarse, en consecuencia, al mundo...


Curiosamente, Forrest Gump, aun cuando todos a su alrededor lo veían como un hombre "poco normal", es aceptado por la sociedad norteamericana de su tiempo (es gloria del deporte, héroe en la guerra de Vietnam, multimillonario), sólo que él no se percataba de dicha aceptación. Sólo con el descubrimiento de que tuvo un hijo con Yenny, y que, además, ese hijo es "listo e inteligente", sólo, así, digo, es que Forrest se deshace de su naturaleza anormal, o por lo menos se da cuenta de que no es anormal, pues en su ADN, heredado a su hijo, no se ha desarrollado tal rareza... (Notemos además que, cuando descubre que ha cambiado su estado (soy anormal/ahora no lo soy) la película cambia la voz narrativa). El niño hace, pues, que su padre continúe en el mundo con una naturaleza más adaptable a él (el niño se llama Forrest Gump, igual que él, es decir, seguiría siendo Forrest Gump, sólo que con una actitud diferente hacia el mundo. Lo observamos si comparamos las escenas del bus entre el primer Forrest y el segundo... Simplemente, espectacular).


Siempre he adorado esta película, la he recomendado infinitas veces, además de que me sé casi de memoria los diálogos, pero después de descubir su programa narrativo (al menos creo que ese es), me doy cuenta de que probablemente no haya película que me guste más que esta...